Hoteles en Palencia Restaurantes Palencia

En Castilla y León, Palencia, presenta un buen número de hoteles en Palencia y de Restaurantes en Palencia de los que no debemos dejar pasar desapercibidos, su buen hacer y simpatía de sus gentes son un plus que debemos valorar todos.

Cogí el tren de Palencia y tras comer una buena hamburguesa con de todo por tan sólo un euro y medio en el bar Obel, decidí visitar restaurantes en Palencia, Castilla y León que no conociera.

Encontré en una calle de Palencia un bar restaurante llamado LA BRASERÍA y allí me fui, para saber yo la buena calidad de sus productos pedí un vino de la casa pues cuando el vino de la casa es bueno, el negocio es bueno.

--Es un riberilla--me dijo la hija de la dueña que era española cómo su madre, la dueña.

El riberilla era un tinto joven pero excelente, le saqué notas a madera y 14 grados al menos. Era un día en el que no hacía frío, un sol salía a cada cuarto de hora y calentaba, viento no.

Genial el vino con el que me refocilé sobremanera, ya eran las cinco de la tarde y me fui al DISCO PUB Y UN CUERNO, el disco pub UN CUERNO está decorado a la manera de EL DESIERTO ROJO de Valladolid, un poco más elegante y espacioso. Me senté en un lujoso sillón africano que imitaba a la piel de tigre en los reservados para parejas y el café, cosa curiosa, me dio sueño.

Era tan cómodo el sillón que quedé dormido y al despertar imaginé que el café sería cómo un entógeno, al igual que el tabaco, que te ayuda a relajarte si estás dormido y a despertarte si te apetece. Dicen que mucho café da sueño, quizás fuera que entré en calor. No lo sé, no tengo datos para saber si el café es entógeno pero alguien debería investigarlo. Las Fuerzas Armadas MUCHAS VECES SI SE DESPIERTAN PRONTO A HACER UN SERVICIO NO TOMAN CAFÉ PUES LES DARÍA MÁS SUEÑO, DE MOMENTO SE TOMAN UN COLA CAO y luego, ya a media mañana, empiezan  a tomarse un café o varios, es curioso.

El caso es que era de los mejores vinos de España el vino que me tomé y era cómo decir de los mejores vinos del mundo, y era de la casa.

A eso de las 5 cogí el tren de vuelta a mi ciudad de origen, pues, la verdad, tampoco tenía mucho más dinero. Volveré de nuevo.

DISCO PAB UN CUERNO, qué genial, qué amable la camarera que me dejó dormir la siesta aunque luego me despertara la música.